Escucho, luego creo

Escucho, luego creo

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El Otro

08 Jun 21

Otto Scharmer desarrolla, en el marco de su U Theory*, el principio de inmersión en una idea para llegar a su esencia, en un espacio de creación que permite transformar esta idea en algo completamente nuevo,«que viene del futuro», como él dice.
Para ello, define cuatro niveles de escucha. Cada uno de ellos nos acerca a nuestro interlocutor en el intercambio, hasta que se genere una catarsis que da nacimiento a una nueva realidad.

Escucha 1: la mente estrecha
Escuchar sólo sirve para confirmar la validez de viejas ideas y opiniones. La información se recibe en el marco de ideas preestablecidas. Cada pieza de información recopilada durante la escucha corrobora las ideas recibidas o es rechazada.

Escucha 2: a los hechos
Típicamente es la escucha del análisis científico: tomamos nota de la diversa información recibida, de manera certificada. La que conocemos confirma las teorías ya registradas. La demás se agrega como «dato nuevo».
Estamos entrando en el dominio de la «mentalidad abierta». Es aceptable aquí que algo exista fuera del marco reconocido como válido de antemano, y tomamos nota de su realidad.

Escucha 3: el empático
Es escuchar con una dimensión emocional. Oímos con el corazón, nos ponemos en el lugar del otro, vemos las cosas a través de sus ojos y tratamos de sentir lo que el otro está sintiendo. Entonces tenemos una mayor comprensión de lo que se transmite, a través de una conexión emocional.
Escuchamos «con el corazón abierto», nos ponemos en el lugar del otro.

Escucha 4: el creador
Escuchamos de manera abierta, lo que nos permite generar ideas, sentimientos y conceptos que aún no existen. Einstein decía que no se podía resolver un problema en el mismo plano en el que se había creado: al ignorar lo que ya existe, se establece un espacio donde la creación puede tener lugar. Nos conectamos con un futuro emergente sumergiéndonos en un intercambio que se ve como un todo.
Ya no es que me ponga en el lugar del otro y trate de sentir lo que está sintiendo, sino que dejo que sus sentimientos entren en mí y se expresen en mi espacio, generando una nueva realidad.
Toda la sutileza está en el borrado de las fronteras, pongo el otro en mi lugar.
Ya no intentamos saber lo que yo siento o lo que sientes. Los sentimientos se mezclan como dos colores que crearán un tercero. Sus palabras se derraman en mí como el café que se derrama con deleite en nuestras neuronas por la mañana.

Ambos estamos sentados en una roca mirando el mar. Nuestros ojos se pierden en el silencio mientras nos dejamos abrumar por su inmensidad, el color del agua, las olas, los barcos y los pocos pájaros que lo sobrevuelan celosamente.
Entonces de repente me dice:
«Mira... todo esto, ¡es nuestro!»
Sí, todo esto que he dejado entrar en mí como tantas emociones. No es un acta de propiedad, ni de convalidación, es mucho más aún porque ya no hay diferencia entre el mar y yo. Lo siento, lo tengo dentro de mi, con su poder e su independencia.

En el nivel cuatro de escucha, me vuelvo permeable y dejo que lo que el otro me dice entre en mí sin poner fronteras, límites o filtros.
Para escuchar en el nivel cuatro, necesito:
- Desconectar de mis pensamientos
- Mantenerme presente a lo que está sucediendo.
- Dejar que las palabras del otro entren sin filtro, sin categorizarlas ni juzgarlas, como una mariposa que volaría dentro de mí por un momento antes de finalmente aterrizar donde se sentiría mejor, para dejar que la voz se esparciera dentro de mí como la miel que corre por mi garganta y por mis venas, para sentir al otro, lo que expresa, sus emociones, como una energía que se difunde en mi pecho.

Todo esto había quedado para mi como una teoría hasta ahora.
Sin previo aviso, la posibilidad de un encuentro me envolvió como Alice en este espacio de escucha generativa. De repente, nuestra piel ya no limitaba nuestro ser. Lo escuché y lo sentí dentro de mí con el torbellino de emociones que llevaban sus palabras.
Es mágico.
Te lo recomiendo 😉

* U Theory: U Theory es un método de gestión del cambio y el título de un libro de Otto Scharmer. Scharmer y sus colegas del MIT llevaron a cabo 150 entrevistas con emprendedores e innovadores en ciencia, negocios y sociedad, luego extendieron los conceptos básicos a una teoría del aprendizaje y la administración, que él llama la Teoría U, desarrollada para ayudar a los líderes políticos y gerentes a superar el comportamiento improductivo. patrones que les impiden comprender las perspectivas de sus clientes y, a menudo, los encierran en patrones ineficaces de toma de decisiones.


Hablan de ello :

The U Theory - Otto Scharmer

2 commentaires

YJL

06 Jun 2021

Post très intéressant, merci.

Je vois une conjonction mais aussi une différence entre « je t’aime » et « je te désire », si vous me le permettez.

Dans le premier cas, cela survient après un certain temps, passé le désir, parfois il n’y en a même pas au début, et ce dernier arrive plus tard, sans s’annoncer. Tout comme le sentiment amoureux peut gronder, grandir, sans explication logique : les pensées envahissantes, la curiosité, l’attachement. Mais pourquoi suis-je en train de penser à elle-lui ?

Dans le deuxième cas, le désir, c’est comme une force, une main qui nous pousse dans le dos : « vas-y ». Merveille de la nature qui nous ôte les inhibitions, lève nos interdits.

Y voir un aspect de conquête, de possession ? Pas complètement d’accord. On ne possède pas l’autre, qui, si elle-il se donne, s’ouvre, s’abandonne pendant... l’amour, ce n’est jamais que pour, littéralement, « se reprendre », ensuite.

Par contre d’accord à 100% dans les cas où les deux se conjuguent. C’est même là que commencent les ennuis si il y a un déséquilibre entre les partenaires. L’un ressentira désir + amour alors que l’autre, « seulement » le désir (ce qui, soyons francs, n’est déjà pas mal quand on sait à quel point les gens peuvent être blasés, las).
Continuez vos billets doux, que je lis toujours avec grand intérêt.

Sophie

06 Jun 2021

Extra,
Je suis tout à fait d’accord, merci pour votre commentaire !
D’ailleurs vous avez bien mis le doigt sur mon tourment du moment : « sans explication logique », « déséquilibre entre les partenaires » sont des éléments qui nous confondent et génèrent cette angoisse qui nous pousse à nous rattraper aux branches, à “posséder”, de manière symbolique afin de re-sentir un peu de maîtrise...
Vous avez raison de distinguer, et je reviens sur la spécificité du « je t'aime » auquel je fais référence ici : Il s'agit de l'amour-passion, rageur et colérique, style « Ancien Testament ».
Il est autre que celui qui laisse nos sens grands ouverts, échange nos intimes en les laissant couler avec bienveillance. Il n'y a là plus de don qui suppose un transfert de propriété, tout est béant, offert, intensément doux...

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